miércoles, 30 de enero de 2013

Our First Kiss - Capitulo 24


"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 24



La fogata dió término. Todos se marcharon a sus correspondientes cabañas, te fuiste con Lis y Louis.
Llegaste cansada, te sacaste los zapatos y los dejaste en la alfombra rugosa anaranjada de la habitación, que extrañamente te recordaba al pelo de Edward Sheeran, aquel chico.
Sacaste uno de los paquetes con comida fría que Lis había cocinado, lo metiste en el microondas y esperaste un rato.
—______(tn), iremos a descansar, ya es tarde —dijo Lis, mientras sostenía la mano de Louis en la suya—. Ocuparemos la parte de abajo de el camarote, tu duerme en la de arriba...
—No te duermas tan tarde, pequeña —interrumpió Louis, y te besó en la frente—. Te quiero.
—Yo también, Lou —le respondiste.
Ambos se fueron a la pieza, mientras tu sacabas el paquete de comida y te sentaste en la misma alfombra. La tocaste con la mano derecha, mientras recordabas esa noche en el bar.
"¿Qué será de Ed?" no sabías de él desde ahí.
Un golpe en la puerta. Luego otro, seguido de otros tres más.
—¿Quién es? —preguntaste, temerosa.
—Soy yo, Harry —respondió, con el acento de siempre.
Una sonrisa se formó en tu rostro mientras abrías la puerta.
—Hola rulitos de chocolate —saludaste, pero tus dientes castañeaban por el frío.
—¿Quieres salir un rato? —preguntó y miró la mancha de comida en tu remera—. Quiero hablar contigo.
"Oh-oh. Le ha molestado lo de la canción..." pensaste.
—¿Vas? —volvió a interrogarte, sacandote de tus pensamientos.
Asentiste y saliste de la cabaña junto a él. Decidieron conversar a la orilla del mar.
—Bien... ¿De qué querías hablar? —rompiste el silencio.
—Ambos lo sabemos —respondió rápidamente—. A Rebecca le molestó.
Pensaste en una respuesta rápida.
—¿Pensó que la canción era para ella? —reíste falsamente—. Claro que no, era para... para un amigo, que me gustaba... hace mucho tiempo, y su novia lo engañaba.
—¿Segura? —dijo sin creerlo.
—Claro —le mentiste otra vez.
—Entonces le diré eso a Rebecca —dijo solemnemente. Pero ese tono desapareció en un instante, y se formó una sonrisa traviesa en sus labios—. ¡PERO NO TE SALVARÁS DE ESTO!
Gritó, y te tiró agua de mar en la remera. Reíste y lo perseguías haciendole lo mismo.
—¡Harry, Harry ven aquí! —corriste tratando de alcanzarlo.
Te abalanzaste sobre él, cayendo sobre la arena.
El cuerpo de Hazza estaba sobre el tuyo. Su cálida respiración chocaba con la tuya, separándote del intenso frío de la noche.
De pronto, se oyó un ruido proveniente de una de las palmeras. Miraste a Harry, asustada.
—¿Ahora te espían? —te paraste y sacudiste la arena de tu cuerpo con las manos—. Tienes un caso de "novia-maniática".
El rió.
—No, creo que ha sido un gato —dijo—. Amo a los gatos, son tan peluditos y...
—Eres raro —soltaste una carcajada.
—¿Y tú no? —sonrió—. Mucho gusto, señorita normalidad.
—No lo soy tanto como tú —le sonreíste de vuelta.
—Bueno... —dijo Hazza—. Me voy a mi cabaña, adiós.
—Nos... nos vemos —dijiste mientras te encaminabas a la tuya.
Suspiraste.
"Lo odio, lo odio por hacerme sentir tanto." Y abriste la puerta de la cabaña.
{Narra Harry}
Entré y ví a Rebecca con una taza de té entre las dos manos.
—¿Dónde estabas? —preguntó, molesta—. Necesito tu apoyo más que nunca y tú me abandonas en la noche.
—Fuí a caminar un poco —odiaba mentirle.
—Claro, con esa _____(tn).
—¿De qué estás hablando? —pregunté, intentando parecer creíble.
—No fingas Harry, Liam los vió —respondió, fulminante.
—Entonces... ¿Qué hacías tú con Liam? —traté de cambiar el tema.
—No trates de evitar el problema —dejo la taza arriba de una mesita. Y se largó a llorar.
¿Por qué lloraba? Es ella la que contrata espías y hace que nuestra "relación" no sea sana. Me vigila las 24 horas del día, y nunca le he reclamado en lo más mínimo.
—Tranquila, ya... no llores —susurré, acercandola a mi cuerpo, abrazándola.
Ella acercó sus labios hacia mí.
—Bésame, por favor —parecía suplicar.
Y yo accedí. Como un estúpido. Pero es lo menos que puedo hacer por ese bebé que se encuentra en su vientre. ¿En qué estaba pensando cuando cree a esa criatura? ¿Acaso él merece tener un padre así? La verdad aún no tenía claro mis sentimientos. Rebecca, ____(tn), Rebecca, ____(tn). Difícil decisión.
{Narra ____(tn)}
La comida estaba fría sobre el plato en la alfombra. Yo estaba agotada, agotada del amor y esas cursilerías.
Recogí el plato y lo iba a llevar a el cuarto. Hasta que escuche lo que nunca debí haber escuchado.
—Oh Lou.. oh —sonaba.
"Louis, Lis, habitación" pensé, atónita.
Y decidí quedarme a dormir en la acogedora alfombra, antes de dormir ahí. Me cubrí con un polerón de Lis, y me quedé dormida.
{Narro yo, la narradora}
A la mañana siguiente, _____(tn) despertó sin saber donde estaba. Claro, ya era Domingo. Última noche y todos se marchaban, adiós fin de semana perfecto.
Se levantó y calentó un poco de agua para un café en la tetera anticuada de la cabaña. Tostó unas rebanadas de pan y las cubrió con una capa de mantequilla.
—Hola —dijo una voz ronca detrás de ella.
Era Louis. La verdad después de lo de anoche, no quería verle la cara a su hermano.
—Hola —respondió fríamente.
—¿Qué te pasa? —preguntó, muy preocupado.
—Tú y Lis deberían guardar sus hormonas para otro lugar —dijo sin girarse.
—Lo.. lo siento, ____(tn) —se disculpó Louis, sonrojandose.
—Eso espero.
—Vamos... no te enojes... —dijo con voz de niño pequeño.
—Sabes que no puedo enojarme contigo —lo abrazó—Ahora ve y despierta a Lis, vamos a desayunar.
Horas más tarde, los chicos de la secundaria daban el último surfeo de el verano. Mientras las chicas nadaban o se bronceaban un poco, algunas surfeaban también.
_____(tn) estaba tomando un poco de sol luego de nadar por horas.
"El sol me está afectando" pensó, mientras miraba la silueta que venía acercandose a dónde estaban las cabañas. "Ya estoy viendo cosas".
Pero todos esos pensamientos eran reales, y lo supo en cuanto distinguió aquella característica cabellera pelirroja. Ed estaba aquí


                                             

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