martes, 25 de diciembre de 2012

Our First Kiss - Capitulo 21

"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 21



Corriste hacia tu casa, abriste la puerta con rapidez y te tiraste a tu cama.
—¿Vale la pena? ¿Vale la pena acaso llorar? —gritaste en la soledad.
Golpeaste la pared.
—¿Por qué el amor es así? —seguiste.
Marcaste el número de Lis, la necesitabas más que nunca.
—Lis, necesito sesión de helado —dijiste.
—Allá voy —rió Lis.
No tardó demaciado en llegar, venía con un balde lleno de helado, una película, una barra de chocolate y una máscara de palta.
Sonreíste al verla llegar.
—Dime, ¿qué te pasa? —preguntó Lis preocupada.
—Pues... —te sentaste en el sillón—. Rebecca engaña a Harry.
—No tienes que inventar cosas para quedarte con el británico —rió.
—¡Es verdad! —chillaste—. Kath también la vió junto a un chico llamado Matteo.
—Bueno... solo lo engaña, no tiene nada que ver con lo del embarazo...
—Sí que lo hace, la escuché diciendo que era falso —dijiste.
—No puedes hacer nada al respecto, creo.
—No lo haré, no quiero que Harry sufra... —sacaste una cucharada de helado.
La tarde pasó entre máscaras de palta, helado, chocolate y películas. Lis te contó que lo de ella con Louis iba cada vez mejor.
—Me alegro de eso —sonreíste, pero al momento esa sonrisa se desvaneció.
—¿Qué pasa? —preguntó Lis sacando un cuadrito de chocolate y metiéndoselo a la boca.
—Recordé que... Harry se va apenas comience el próximo año —bajaste la mirada.
—Y... ¿tú lo quieres? —dijo Lis.
—No sólo eso, él se va a UK, llevándose mi corazón con él.
Un rato después, Lis se fue, dejándote sola.
Resignada, te cambiaste la ropa por un jeans y una polera holgada, saliste a despejar tu mente un rato.
Pasaste por las calles llenas de gente, la música de las discotecas ya empezaba a sonar y al mismo tiempo, la multitud de adolescentes llegaban ahí. Los restaurantes estaban con familias enteras, parejas felices y quizás, recién casados. Los bares ya estaban llenos desde la tarde, como ya se aproximaba la noche, el local llegaba al límite.
Al pasar por afuera de uno de esos tantos bares, sentiste una voz conocida.
—¡Viva el alcohol! —exclamó la voz.
—Oh no, Harry... —susurraste.
Te metiste al bar, lleno de ebrios y adolescentes con alcohol en la sangre. El olor a cigarillos era notable.
El chico de rizos se encontraba con un vaso de tequila en la mano y un quiénsabequé en la otra.
—¡Harry! —chillaste—. ¡¿Qué diablos estás haciendo aquí?!
—Me gusta estar aquí —respondió, con voz de ebrio.
—Preciosa... relajate —sentiste que la voz de un hombre te agarraba por detrás.
Le pisaste el pie y le pegaste una cachetada.
—¡Idiota! —gritaste—. ¡Harry, salgamos de aquí!
Agarraste a Harry del brazo y luego lo apretaste a tu cuerpo, llevandolo, ya que había perdido la noción del tiempo.
Lograste llegar a tu casa, y Hazza ya estaba casi dormido en tu hombro. Abriste la puerta, y lo dejaste en el sillón.
—Deberías haberme dejado ahí —dijo Harry con voz ebria—. Para que muriera de sobredosis de alcohol.
—No digas eso —le acariciaste la frente, sacando los rulos que habían en ella.
—¿De qué sirve vivir, si no puedo vivirla con la mujer... que amo? —dijo, dejando una incógnita.
—Harry, estás ebrio —dijiste—. No sabes lo que dices.
—¿Qué no los que nunca mentir, son los ebrios y los niños? —preguntó.
Sonreíste.
—Pero tu cerebro no está trabajando correc... —comenzaste a decir, pero Hazza te agarró de los hombros y te atrajo hacia él.
—Bésame —suplicó—. Bésame como nunca nadie lo ha hecho, por favor.



                                                    

domingo, 23 de diciembre de 2012

Our First Kiss - Capitulo 20

"Our first kiss" Harry Styles y tú.



Capitulo 20



El profesor llegó y todos nos quedamos callados, quietos y en nuestros asientos. La verdad opté por sentarme junto a _____(tn) porque tenía miedo de lo que pudieran hablar de mí.
—Y... ¿es cierto lo de que tú y Rebecca... bueno, tu sabes? —dijo ella, para romper el hielo.
—Pues, la verdad es que ni yo mismo creer eso —respondí—. No lo logro asimilar.
—Bueno, por lo menos quedarás en la historia de este colegio... —suspiró.
—Como un idiota —completé la frase.
Ella negó con la cabeza.
—Deberías dejar de ser tan duro contigo mismo.
La clase pasó rápido, no fueron más que escrbir unas notas aburridas sobre fórmulas.
Al salir de la clase, le agarré el brazo a _____(tn) para que no se marchara.
—¿Podemos irnos a la cafetería a comer algo... juntos? —le pregunté.
—Harry, debo ir con Lis, pero si quieres ven con nosotras —sonrió.
Asentí.
Caminamos hacia la sala de artes, dónde estaba Lis. Estaba en la puerta charlando con Louis, se besaron, y Louis sonrió como un idiota, la típica sonrisa de enamorado. Luego Lis se despidió con un gesto de él.
—_____(tn), al fin has llegado... —dijo ella—. Mira a quién tenemos aquí, ¿si no es el pelo de nido de pájaro?
Yo sonreí.
—Muy graciosa, chica mocosa.
—¿Ya nos vamos? —interrumpió _____(tn).
Fuimos a la cafetería, tomamos un café y saqué un sandwich con queso.
—¿Van a hacer algo en la noche? —preguntó Lis, y acto seguido se tapó la boca—. No me refiero a se...
—Ya lo sé, no tienen que disculparse si quieren hablar de esos temas —dije.
—Yo no lo sé, quizás salga a dar un paseo con Kath, me ha invitado —respondió _____(tn).
—Hay fiesta en casa de la chica brócoli, la del grado mayor —dijo Lis.
La chica brócoli, llamada Neen, siempre tiene maquillaje para ojos verdes y su pelo es rizado, en forma similar a la parte superior de un brócoli.
—Oh, creo que pasaré por ahí —comenté.
—¿No deberías estar con la embarazada? —preguntó Lis, levantando una ceja.
—Claro...se... se me olvidaba —bajé la mirada.
Noté que _____(tn) le daba una mini-patada a Lis en la rodilla.
Tocaron el timbre para entrar al gimnasio. ______(tn) rodó los ojos.
—Maldita sea, Lis... ¿puedes cubrirme? no quiero hacer acrobacias de porristas —susurró.
—Está bien, solo porque eres mi mejor amiga... diré que te has enfermado del estómago —respondió ella.
—Gracias, gracias, gracias —dijo ella, se despidió de mí, de Lis con un beso en la mejilla—. ¡Los quiero, bye!
Y salió por la puerta del colegio.
{Narra _____(tn)}
Marqué el número de Kath, y quedamos de juntarnos en la gelatería.
Al llegar, Kath me esperaba en una mesa, y me hizo señas para que me sentara junto a ella.
—Hola Kath —saludé.
—Hola _____(tn) —respondió ella—. ¿Tomamos algo?
Asentí con la cabeza.
—Quiero un _____(tu postre favorito) —dije cuando llegó el mesero.
—Que sean dos —añadió Kath.
El mesero se retiró, quedando ambas solas.
—Y bien, _____(tn), ¿como ha ido todo? —preguntó.
—Todo normal, ¿como van tú y Zayn? —respondí.
—Creo que esto va enserio, yo lo amo, y él a mí —sonrió.
También sonreíste.
—Me alegro de que sean felices... —dije.
—¿Y tú con el amor? —levantó las cejas.
—Pues... cupido anda de malas —suspiré—. A veces creo que no tengo media naranja.
—No seas así, _____(tn), ya va a llegar alguien, y vas a arrepentirte de estar diciendo eso.
En ese momento el mesero llegó con sus pedidos.
—Gracias —dije.
Comieron y rieron de algunas cosas que pasaban Kath y Zayn, hasta que una melena rubia platinada llamó tu atención. Venía de la mano con un chico, un chico alto y bastante guapo. Era Rebecca.
Quedaste helada y con la mirada perdida.
—¿Estás bien? —preguntó Kath—. ¿A quién viste?
—Ssshh... —susurraste.
—¿Qué no esa es la novia del chico que te rescató? —murmuró.
Cerraste los ojos con fuerza a modo de respuesta.
—Si, es ella —respondí.
—Entonces... ¿lo está...? —preguntó.
—Engañando —agregué.
Ambas nos quedaron quietas, sin hablar, cuando Rebecca se sentaba junto a el chico extraño en la mesa que quedaba atrás de ustedes. Te cubriste la cara con una revista.
—Quizás solo sea un familiar —susurró Kath.
—A mí no me parece eso —respondí cuándo notaste que se estaban besando.
Pobre Harry, pobre ilusión, maldita Rebecca.
"Quizás el bebé no es de Harry, es de él" pensé.
—Creo que es mejor que nos vayamos —mascullé a Kath.
Ella levantó el pulgar en aprobación y nos fuimos rápidamente del lugar.
—Debo irme a casa de Zayn, _____(tn) —dijo ella—. Fue lindo pasar un rato contigo, hagamos esto más seguido.
Le sonreí.
—Cuándo quieras, Kath —me despedí con un gesto y ella hizo lo mismo.
{Narra la autora}
______(tn) caminó hacia el parque más cercano, se sentó en el pasto bajo un árbol, y respiró aire fresco.
—Quizás después de todo... Rebecca ha dicho que el bebé es de Harry —susurraste para tí misma—. Lo ha inventado todo, debo decirselo.
"Pero aún no estoy segura" pensaste. "Al menos debo decirle que lo está engañando".
Las primeras hojas del otoño empezaron a caer, amarillas, naranjas y cafés, de todos colores.
Una voz femenina interrumpió tus pensamientos.
—Ajá, si.. Harry tiene dinero, le sacare el que pueda.. —dijo la voz—. Inventé un embarazo, que me de el dinero para el bebé.. y me iré contigo sin decir nada, ¿ok? bye, Matteo. Te amo.
Quedaste pasmada.
"Arpía, arpía, arpía" pensaste.
Notaste que los pies de la chica salían de el parque.
—Esa chica está loca, ¿cómo se le ha ocurrido hacerle esto a rulitos? —murmuraste.



                                               

viernes, 21 de diciembre de 2012

Our First Kiss - Capitulo 19


"Our first kiss" Harry Styles y tú.




Capitulo 19




—Qué tú... ¡¿Qué tú estás qué?! —exclamé, parándome del sillón.
—Lo que escuchaste, Harry —dijo Rebecca solemnemente.
—Pero yo... no entiendo como pasar eso —murmuré apoyando mi mano en la pared—. Sabes que me voy a principios del año... y quisiera, quisiera ser por lo menos un padre responsable.
—Tú te harás cargo tanto como yo de él o ella —respondió, ferozmente—. Aunque eso implique mudarme a UK contigo.
—¡Eso no pasará! —golpeé mi puño en la pared—. ¿Sabes? Soy un adolescente, tengo una vida por delante, y ahora... ¿tengo que pasar una vida unido a tí?
Rebecca bajó la mirada.
—Pu.. pues..—susurró.
—Quiero fiestas, quiero salir con mis amigos, quiero tener más chicas con las que compartir —dije.
—Y yo quiero que tengas claro que no abortaré al bebé, es ilegal —respondió ella.
Enfurecido, abrí la puerta de la casa de Rebecca, y me marché de ahí lo más rápido posible.
—¿Cuándo pasó? —pensé—. Y ahora... ¿Qué harás Harry estúpido Styles?
{Desde ahora narra la narradora}.
No había sido fácil para _____(tn) esa noche, ni siquiera pudo dormir. Se quedó mirando un par de películas, leyó unas revistas, y de pronto se quedó dormida cuando apenas faltaban 2 horas para ir a el colegio.
Así que al pasar las dos horas, sonó el despertador.
—Tú y tu maldita puntualidad de sonar, ¿eh? —le dijiste.
Te duchaste, te lavaste los dientes y te vestiste. Louis al parecer no había llegado a casa anoche, no había rastro de él.
Saliste hecha un rayo, y llegaste con puntualidad al colegio.
—¡______(tn)! —exclamó Lis al verte—. A que no sabes que rumor está latente ahora.
—No, y tampoco me interesa —respondiste—. Sabes que odio meterme en líos.
—Oh, vamos, es sobre tu amigo el británico y su noviecita —soltó.
—¿Qué? ¿Sobre Harry? —preguntaste perpleja.
—Ajá —respondió—. Dicen que Rebecca está... "embarazada".
—¡¿Qué Rebecca está...?! —chillaste antes de que Lis te cubriera la boca con la mano.
—Ssshh..—masculló Lis—. No seas tonta, alguien te puede escuchar.
Aún no podías salir del shock de lo del embarazo de Rebecca, negaste con la cabeza varias veces en clases, aún tratando de asimilar la idea.
—Lis... —susurraste en clases.
—¿Qué quieres? —respondió también susurrando—. La primera respuesta es A, la segunda C y la tercera...
—No quiero saber eso —murmuraste—. Quiero saber quien te dijo eso del embarazo.
—Yo lo escuché venir de Alice, que se lo estaba contando a un chico pelirrojo, y yo pasé por el lado... y simplemente lo escuché —dijo.
Agachaste la mirada y suspiraste.
"Y yo que pensaba que Harry era distinto a todos estos idiotas de el colegio" pensaste. "Al parecer me equivocaba".
{Narra Harry}
La mañana no estaba siendo buena. Estaba cumpliendo mi castigo limpiando el salón de baile por llegar tarde.
El alcohol aún invadia mi cabeza, no acostumbro a inundar mis penas en la cerveza, pero esta vez el pesar era demaciado grande. El hijo menor de Ester me ha pillado llegando tarde, así que he recibido dos castigos seguidos.
Ester es la mujer que me recibió en su casa de intercambio por su hijo mayor, el cual se fue a estudiar a UK. Su hijo menor se me hace insoportable, 7 años de maldad pura, es un pequeño diablillo, pero le he empezado a agarrar cariño de a poco.
—Debería haberme quedado en casa... —dije en tono bajo.
—Señor Styles, lo estoy escuchando, no se queje, aún le quedan algunas manchas en el piso —dijo el director.
Al terminar el castigo, estaba exhausto y lo único que quería era irme a mi casa, pero no, tuve que entrar a clases.
Lo único que me alentó, fue ver que _____(tn) estaba en la misma clase, esa chica logra alegrarme el día con una mirada.
Me senté en primer puesto, junto con una chica que usaba una linda camiseta fluorecente.
—Eh, Styles... —me dijo la chica.
—¿Qué pasa? —respondí.
—¿Es cierto eso de... que tú y Rebecca...? —preguntó.
—No me digas que ya lo saben todos... —dije, molesto.
—Lamento decirte que sí, no estan muy acostumbrados a que las chicas embarazadas estén por aquí —añadió ella con una mueca.
Solo suspiré e intenté poner atención a la clase.
El bendito timbre para receso sonó. _____(tn) me dirigió una mirada fugaz al salir del salón, supongo que ahora ella sabe... y piensa que soy un maldito casanova.
Al salir del salón, todos me apuntaban y hablaban cosas sobre mí.
"Eh, ahí va el chico del baño" apuntó una. "Miralo, quien fuera Rebecca para estar con él" decía otra.
—¡Ya pueden parar de mirarme! —grité—. ¡No soy un mono en un circo!
Todos miraron hacia otro lado como si nunca me hubiesen estado mirando, y seguí mi camino.
En el trayecto a el salón de química, choqué de frente con _____(tn).
—Oh, eres tú —dijo ella y siguió caminando.
—¡_____(tn)! —exclamé y le agarré el hombro—. Por favor... no te vayas... me siento tan solo, todos estan hablando de mí y...
Ella suspiró.
—Bien, vamos, yo te protegeré de estos idiotas —rió.
—No necesito que me defiendas, solo quiero estar con alguien... —murmuré.
Solo sonrió y me llevó a el salón de química.
—Iba a ir a literatura, solo me quedaré en química por tí, ¿eh? —me dijo.
—Gracias —respondí con modestia.



                                              

Our First Kiss - Capitulo 18


"Our first kiss" Harry Styles y tú.




Capitulo 18




—¿Ha... Harry? —preguntaste, atónita, mientras te limpiabas rápidamente las lágrimas.
Sin pensarlo dos veces, Hazza te abrazó. Más bien, te estranguló con sus fuertes brazos.
—¿Qué pasa? —dijo, sin soltarte.
—Estaba... viendo Titanic —murmuraste en su hombro.
Sacó un pañuelo de su bolsillo y te limpió la última lágrima negra por el maquillaje. Miró la lágrima con detención.
—Estas no son por películas —dijo, sin dejar de mirarla—. Has llorado por alguien, mi hermana Gemma siempre lloraba por chicos o esas tonterías.
Miraste tus uñas, haciendote la distraída.
—He llorado por la película y punto —respondiste—. Ahora pasa, hay tacos para comer.
—Oh... por cierto, lo siento por llegar dos horas tarde —se disculpó—. Rebecca a creado problemas nuevamente.
Reíste.
—No me sorprende.
Pasaron a tu casa y se sentaron en la mesa, comieron tacos y tomaron un par de refrescos de uva.
—¿Qué problema tienes con Rebecca ahora? —preguntaste, mientras mordias tu taco.
—No quería que viniera, luego de lo del gimnasio... tu sabes.
—Claro, todos creen que ahí pasó "algo" —dijiste marcando la voz en "algo".
Harry levantó las cejas y las bajó rápidamente 5 veces (ustedes saben, como 1313, el emoticon pícaro jaja), ambos rieron.
Quedaba un último taco, ambos lo miraron con ganas de comérselo. Y lanzaron la mano hacia él al mismo tiempo.
—¡Creo que descubrimos la tercera cosa en común! —reíste—. El amor por la comida nos supera.
Harry sonrió y fuiste por tu cámara.
Pusiste la cámara sobre la mesa. Harry agarró el taco de un lado y tu del otro. Comieron mordida a mordida, hasta que llegaron al medio y un pequeño pedazo separaba sus labios.
Hazza tomó el pedazo entre sus manos y lo dejó en la mesa, con expresión seria. Paraste la grabación y la guardaste.
—Tengo novia, ______(tn) —dijo en un tono solemne—. Creo que todo esto está pasando muy rápido y...
Te sonrojaste.
—Yo... yo no quiero nada contigo, Harry —mentiste.
Él bajó la mirada.
—Qué bien entonces —dijo y se levantó de la mesa—. Creo... que me voy, debo estudiar para biología marina.
—Adiós —te despediste.
Salió por la puerta, y te quedaste sin aliento.
"¿Tan obvia soy?" pensaste. "Nunca se fijaría en alguien como yo..."
{Desde aqui hacia abajo, la historia la narra Harry, prepárense chicas}.
—Tonto, tonto, tonto —me dije a mi mismo—. ¿La dejaste ir así como así? No tienes que estudiar... ¿Le mentiste?
La casa de Rebecca era muy grande, y Harry iría directo ahí para decirle que no había pasado nada en la cena.
En la puerta, aún estaba en el dilema de si entrar o no hacerlo. Hasta que tocó con el puño.
—Hola mi amor —dijo Rebecca, con un vestido rosado muy ajustado. Le besó los labios.
—Hola —dije, entre sus labios.
Rebecca se separó de él para tomar aire.
—Entremos, preparé algo que seguro esa _____(tn) nunca cocinaría —rodó los ojos.
—No seas así, Rebecca, ella solo es mi amiga... —respondí.
"¿Eso es Harry? ¿Una amiga?" pensé. Sacudí mi cabeza para borrar esos pensamientos.
Entraron a la gran casa de Rebecca, ella se sentó en la mesa. Yo la seguí. Había cocinado arroz con una mezcla extraña de vegetales.
—Receta de mi abuela —dijo Rebecca, sonriente.
Le sonreí de vuelta.
Comí un poco, no estaba tan malo... pero los tacos de _____(tn) era lo mejor que podía haber comido.
—¿Quieres ver una película? —preguntó Rebecca.
—Claro vida mía —respondí, con la sonrisa más grande que pude.
Nos sentamos en el sillón y ella puso una película de zombies. Estoy casi seguro de que lo ha hecho casi a propósito para abrazarme toda la película.
Y claro, mis sospechas eran ciertas.
—Tengo miedo —susurró.
La abrazé muy fuerte contra mi pecho, ella subió la cabeza y me besó. No entiendo que diablos me pasa, no siento mariposas en el estómago. Pero aún así, le seguí el beso.
El vestido se desabrochó en el primer botón, no pude evitar mirar.
—Styles, que coqueto —murmuró ella al percatarse, y se mordió los labios.
Odio cuando hacía eso, me hacía creer que lo único que quería de mi era mi físico. O quizás eso sea, quien sabe.
Nos besamos casi toda la película. Pero cuando la agarré de la cintura pasó algo inesperado.
{Si están leyendo esto paradas, por favor siéntense, porque acá viene el clímax de tensión en la novela, CHAN CHAN}.
—Harry, no quiero que pase lo mismo que la semana pasada —dijo ella.
—¿Qué cosa? —pregunté, sin saber de que hablaba.
—Tú, yo, fiesta, baño... —respondió.
—¡¿Qué?! —exclamé.
—No lo niegues ahora —dijo Rebecca—. Justo ahora, que estoy embarazada de ti.


            
                                               

Our First Kiss - Capitulo 17


"Our first kiss" Harry Styles y tú.




Capitulo 17




Te sacó muy rápido del lugar, te puso en su auto y tu ya estabas casi durmiendo.
—¿Por qué te metes en tantos líos, preciosa? —te besó la frente.
—Eres un héroe —susurraste, muy bajito, mientras cerrabas los ojos.
—¿Que no siempre las princesas son rescatadas de alguna forma? —sonrió.
Tu también.
El camino a casa no fue muy largo, bajó de su auto, te bajó a ti, te tomó en brazos y te dirigió a la puerta de tu casa. Tú estabas completamente dormida.
—¿Hay alguien en casa? ¿Hola? —preguntó.
Louis abrió la puerta.
—¡Madre de Dios! —gritó al verte.
—Shh... —indicó Hazza—. Está dormida, por favor, acuestala y deja que descanse.
—¿Ha bebido algo? —preguntó Lou preocupado.
—No lo sé... solo la traje a casa —respondió él, ocultando que un tipo te estaba toqueteando para no preocuparlo.
—Eres un buen chico —sonrió Lou—. ______(tn) debería estar en deuda contigo, la has salvado dos veces. ¿Cómo agradecerte?
—Una sola sonrisa de ella me basta —dijo.
La luz del sol en la mañana entraba por tu ventana, y te pegaba directamente en los ojos. No recordabas nada, ¿que había pasado anoche? Edward, Lis... Harry. Un revoltijo de pensamientos estaba en tu mente.
—Buenos días, ______(tn) —saludó Louis con una bandeja en una mano, y una caja en la otra.
—Hola Lou, ¿que ha pasado? —preguntaste.
—Creo que has bebido algo en una fiesta, pero Harry te ha traído —sonrió.
—Oh... —mascullaste.
—Te traje el desayuno —dijo, poniendo la bandeja en sobre ti—. Y una caja donde mamá te ha mandado varias cosas.
Abriste la caja como un niño abriendo un juguete nuevo. Un perfume, un vestido, una revista y dos collares: uno con un colgante de una llave, y el otro con el colgante de un corazón. También había una nota: "Hija, espero que te gusten las cosas que te he comprado, te amo mucho, pronto estaremos por allá. Postata: te mandé los collares para que le des el de la llave al chico que te robe el aliento, tal como siempre lo has soñado". Rodaste los ojos.
—Mamá y sus cosas cursis —dijiste.
—_____(tn), ella quiere que seas feliz con un chico —respondió Lou.
—Bueno... ¿y tú que tal todo con Lis? —preguntaste, poniendote los collares al cuello.
—Todo bien, siempre nos llamamos en la noche —suspiró—. Tengo miedo de que llegue alguien más, y me la quite.
—Vamos Lou, eres hombre ¿no? trata de conquistarla todos los días... —dijiste—. Es lo que quiere toda mujer.
—Te haré caso —dijo él—. Bueno, tu no vas al colegio hoy, te quedas acá. Yo me voy ahora, te quiero, adiós.
—Adiós, Lou.
Salió por la puerta de tu habitación. Te quedaste sola, comiste un poco de pan y tomaste jugo de naranja mientras cambiabas los canales de la tele de un lado a otro.
—Ah... dulce día sin colegio —susurraste.
Fuiste a la cocina, sacaste unas galletas y te sentaste en el sillón, tratando de recordar lo que había pasado anoche.
"Ed intentó... eso. Harry me salvó, le debo la vida." pensaste. "Debería hacer algo para agradecerle, siempre me salva".
Tomaste tu teléfono, dudosa, marcaste el número de Hazza.
—¿Hola? —contestó Harry.
—Hola, soy _____(tn) —respondiste.
—¿Estar tú mejor? —preguntó.
—Sí...sí, estoy mejor —dijiste—. Quería... agradecerte por lo de anoche, y por lo de la otra vez, y por... por todo.
—_____(tn), me importas demaciado, debía hacer algo por tí —respondió.
"Me importas demaciado" esa frase se pegó en tu mente.
—¿Quieres... venir a mi casa hoy? —soltaste rápidamente.
Al otro lado de la línea no hubo respuesta por un rato, solo la respiración de Harry.
—Claro, ¿a que hora? —preguntó, soltando una risa.
—A las diez —dijiste—. A cenar algo, tu sabes...
—Sí, iré —respondió rápidamente—. Ahí estaré, a las diez, en la puerta de tu casa.
—Te espero —reíste, y cortaste la llamada.
Al cortar, te sentaste nuevamente en el sillón, y gritaste emocionada.
—¡Harry vendrá a mi casa a cenar! —te tapaste la boca.
"¿Eso salió de mi boca?" pensaste.
Te dirigiste a tu habitación y prendiste la tele de nuevo.
—Aburrido, aburrido, aburrido... —dijiste mientras apretabas el botón.
De pronto, algo llamó tu atención. Era Edward, estaba en la tele, cantando. ¿Cantando? sí, cantando.
—Esta canción, va para una chica, una chica muy especial... —comenzó a cantar.
La guitarra y su voz eran un compás perfecto. Te fijaste en el canal que estabas viendo, MTV.
"¿He estado en el baño con un artista de UK?" pensaste.
Te pusiste una mano en la frente, aún incrédula. La canción acabó, y pasaron al siguiente video, que era de Jessie J.
—Que diablos ha pasado... —murmuraste para tus adentros, y apagaste la televisión.
Tocaron el timbre de tu casa, y fuiste rápidamente a la puerta.
—¿Alguien a pedido una pizza? —dijo el chico con una caja en la mano.
—Creo que fue Lou... —dijiste.
—Sí, es para él —respondió—. Toma, gracias.
Dijo, y se subió al auto rápidamente.
Abriste la caja plana y viste la apetitosa pizza, no pudiste evitar sacar un pedazo.
—Esto es vida...—dijiste, tragandote un trozo.
La tarde pasó rápido, entre televisión, películas y mucha comida.
—¡Diablos! ¡Ya son las seis! —chillaste, en la soledad de tu casa—. ¿Qué cocinaré? ¿Pizza? No, _____(tn), piensa en algo mejor...
Pusiste el mantel, los individuales, y unas velas. ¿Velas? habías pensado si ponerlas o no, pero optaste por darle un toque más lindo.
—Aquí debe haber algo que cocinar... —dijiste revisando unos recetarios en tu computadora—. ¿Tacos? oh bueno, no hay nada más.
Apagaste la pantalla y corriste a la cocina a preparar los "mejores tacos de la vida" según tus pensamientos.
Al estar listos, los dejaste en un plato, te lavaste las manos y te dirigiste a tu habitación a cambiarte de ropa.
—Muy corto, muy largo, muy ajustado, muy suelto... muy angosto —dijiste mientras revisabas los vestidos—. ¡Ya son las siete y media! ¿Tanto me he esmerado en hacer esos tacos?
Recordaste el vestido que te regaló tu mamá, que era hermoso. Te lo pusiste y te miraste al espejo.
—No está nada mal, para alguien como yo —susurraste.
{el vestido era algo así: https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/310730_303792399630777_292620019_n.jpg}.
Te maquillaste, te peinaste y luego fuiste nuevamente a el comedor para dejar los tacos sobre la mesa.
Finalmente, te sentaste en el sillón a ver televisión a esperar que Hazza llegara.
Un rato después fueron las ocho, luego las nueve...
—Prenderé las velas, ya debe estar por llegar —sonreíste.
Las prendiste con un fósforo, y luego te sentaste pacientemente en el sillón. Pero algo pasaba.
Las nueve y media, las diez... las diez y media.
"¿Por qué no llega?" pensaste.
Te sentaste en una de las sillas de la mesa, mirando el reloj, que ya estaba por dar las once.
—Debe haberme dejado plantada... solo esperaré media hora.
Tamborileaste la mesa con las uñas, una por una, aburrida. Te quedaste mirando la llama de la vela, sintiendo su calor.
—Vale... de seguro se ha ido con Rebecca, ______(tn), dejate de ilusiones —te dijiste, apagando las velas.
Resignada, te comiste un taco y miraste una película que acababa de empezar, con esa presión en el pecho. Y de la nada, soltaste una lágrima.
—Que ridícula soy, llorando, se me ha corrido todo el maquillaje —te limpiaste la lágrima.
"¿A quién diablos engaño?, me siento mal..." pensaste, y la segunda lágrima rodó por tu mejilla.
Miraste el reloj por si acaso, pero no había nada que esperar, ya que eran las doce. Luego de eso una tercera, y luego una cuarta, quinta... definitivamente estabas llorando.
"¿Por qué lloro por él? ¿Acaso te importa tanto, _____(tn)?" te decías en tu interior.
"Estúpido, estúpido, estúpido... las promesas se cumplen" pensaste otra vez, mientras la sexta lágrima caía por tu mejilla derecha.
Tocaron la puerta.
"De seguro a de ser Lou, le diré que estaba llorando por el Titanic, siempre se la cree" craneáste mientras abrías la puerta.
Pero no era Louis, no. Te encontraste con la sorpresa de que era Harry, con sus jodidos perfectos ojos que miraban con detención tu maquillaje corrido.



jueves, 20 de diciembre de 2012

Our First Kiss - Capitulo 16


"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 16


La canción acabó.
—Princesa... —murmuró él.
Te sonrojaste y te alejaste rápidamente, tomaste la cámara y guardaste el video número dos.
—Supongo que ahora solo nos falta una cosa en común —dijiste.
El timbre sonó y unos chicos tocaban la puerta para entrar al gimnasio.
—¿Tú ir a trabajar hoy? —preguntó el rizado.
—Si —respondiste—. ¿A qué se debe la pregunta?
—Ahí averiguaremos que más tenemos en común —dijo, y sonrió.
Al abrir la puerta, todos susurraban sobre las supuestas cosas que habian hecho ambos dentro del gimnasio. "Se han escuchado ruidos extraños, además de que Harry tiene los rizos más desordenados que nunca" había dicho una chica pelirroja. "Al parecer _______(tn) lo ha pasado bien hoy con el británico, ¿eh?" había dicho un chico castaño.
Ustedes se dedicaron a ignorar todas las miradas y comentarios, hasta que Rebecca apareció frente a ustedes.
—¿Es cierto lo que dicen, terroncito de miel? —preguntó.
"¿Terroncito de miel? ¿Desde cuándo que la miel se vende en terrones? Que estúpida.", pensaste.
—No creas esas cosas, dulce de leche —respondió Hazza.
Los miraste, primero a Rebecca y luego a Harry. La verdad es que a pesar de que había romanticismo en sus palabras, sus ojos no demostraban lo mismo. Te alejaste rápidamente de ahí, no querías más problemas.
Chocaste con Lis mientras caminabas.
—¡_______(tn)! —exclamó—. Todos hablan sobre tí ahora, en facebook ya hay fotos photoshopeadas de ti y Harry.
—¿En serio? —preguntaste—. Dios mío, a que punto llega la gente.
—No te amargues, _______(tn) —dijo ella tratando de calmarte—. Ahora eres famosa y... hoy tienes fiesta.
—¿Fiesta? —preguntaste.
—Oh claro, no te lo había contado —respondió poniendose una mano en la nuca—. Un chico, de nombre Edward, nos conocimos en una fiesta y le comenzé a hablar de tí, dijo que lo conocías, y nos invitó a un evento.
—¿Edward? ¿Cómo era físicamente? —preguntaste, confundida.
—Pelirrojo, y alto —respondió Lis.
—Superman... —murmuraste.
—El punto es que tienes fiesta, nos vemos allá —dijo—. Es en el edificio Melwright, dónde siempre. A las diez.
Asentiste, y tocaron el timbre para la última clase. Ambas corrieron a la clase de aritmética, justamente la clase que te tocaba con Liam.
—Lis... pasó algo muy malo —dijiste sentándose a su lado.
—¿Con quién? —preguntó, preocupada.
—Yo... besé a Liam —susurraste—. Pero estaba confundida y...
—Oh, dormiste en el auto del británico y besaste a Liam —dijo en tono maternal—. ¿Qué más quieres chica malcriada?
—Déjame explicarte —respondiste bruscamente—. Harry estaba con Rebecca y yo quise... quise...
—Sacarle celos —terminó Lis.
Miraste tu lápiz con expresión confusa, y lo hiciste girar entre tus dedos.
—Creo que sí —murmuraste.
Había llegado una nueva profesora, reemplazante, según te dijo Lis. Apenas entró a el salón todos quedaron boquiabiertos, era rubia, alta y curvilínea, estaba usando un ajustado vestido escotado negro.
—Mira que gran trasero... —susurró un chico pelinegro a un chico de ojos miel.
—¡Y que curvas! —respondió el de ojos miel.
—Ya quisiera... —dijo el pelinegro haciendo un gesto obseno con sus manos.
Lis y tú escuchaban perplejas. Abriste los ojos como platos, y tu amiga se echó a reír
—Bien clase, soy nueva, y mi nombre es Autumn—empezó a decir—. Tenemos todos los días clase y... espero que sean buenos alumnos conmigo.
Todos los chicos asintieron como embobados, miraste la cara de Harry, que permanecía intacta en su libro. Mientras que los otros chicos miraban detenidamente cada parte de la anatomía de la profesora, definitivamente, Hazza era distinto.
La clase pasó rápidamente, casi todos los chicos se ofrecieron voluntarios para salir a la pizarra a realizar los ejercicios, mientras las chicas estaban aburridas en sus celulares enviandose mensajes de texto entre sí, maquillandose, pintandose las uñas, comiendo o simplemente, dibujando cosas sin sentido en el cuaderno.
El bendito timbre sonó, al fin.
—¿Vas a gimnasia o a pintura con óleo? —preguntó Lis, mirando el horario del "taller electivo".
—Oh, no puedo ir a ninguna, hoy entregan los resultados de la competencia de baile —dijiste solemnemente.
—Bueno, si te dejan salir antes, ve a gimnasia, estaré ahí —dijo, arreglando sus cosas y corriendo hacia el gimnasio.
Tu te dirigiste a el salón de conferencias, donde esta vez, darían los resultados en privado, y les dirían de que se tenía que tratar su última presentación.
—¡Hola, _____(tn)! ¡Pasa, pasa! —exclamó la coordinadora al verte—. Sientate al costado de Rebecca, por favor.
Ella te miró con altivez, tu le devolviste la mirada.
—Bien mis queridas chicas —dijo, dirigiendose a todas—. Su última presentación es de teatro, ustedes saben, elegir una obra y representarla.
Asintieron con aprobación. Rebecca aplaudió de forma exagerada.
—Lo mejor de esto... —prosiguió—, es que pueden elegir a dos alumnos o alumnas para que los acompañen en su obra.
Volvieron a asentir. La coordinadora sacó un papel amarillo con motitas rosas y lo agitó.
—Aquí están sus resultados de la presentación pasada —comenzó a leer—: Rebecca, 10 puntos. Miranda, 9.5 y ______(tn) 10.
—¿Qué? —preguntó Miranda, con cara de sorpresa.
—Has sido eliminada de la competencia —sentenció la coordinadora.
Miranda bajó la cabeza y se retiró del salón.
—Bien, recuerden, ustedes dos están en competencia la una con la otra —dijo, como si fuera un campo de batalla—. Que la suerte, este siempre, siempre de su lado. (Nota de la autora: ¿Alguna directioner pensó en "Los Juegos del Hambre" con esa frase?).
Ambas salieron del salón y caminaron por el pasillo, Rebecca te dió una de sus miradas asesinas con esos ojos felinos, tu la ignoraste.
El gimnasio estaba lleno de porristas, como siempre. Decidiste quedarte afuera, en vez de entrar.
—Hola —susurró una voz detrás de ti.
Giraste y viste a Hazza.
—Hola, ricitos de chocolate —saludaste.
—¿Ha..has visto a Rebecca? —preguntó, tocandose los rizos.
—No, pero debe estar con las cabezas de agua —reíste, mirando hacia el grupo de porristas—. Odio que una chica tan inteligente y bonita como Lis esté ahí, no es para ella.
—Eres tan distinta a las demás, ______(tn) —masculló Harry.
Sonreíste.
—Quizás sea igual que ellas... —comenzaste a decir.
—No, no lo eres —interrumpió él—. Tú eres como... como... tan inteligente, tan astuta, tan princesa.
—Harry, deja de alagarme —bufaste—, sé que todo lo que dices es mentira, muchas veces me han dicho todo lo contrario que tú. Eres mi amigo, por eso lo dices.
Él negó con la cabeza.
—Algún día te darás cuenta el pedazo de mujer que eres.
Te sonrojaste y tu mirada se clavó en las acrobacias de las porristas, evitando los dulces ojos de Harry. Hasta que sonó el timbre.
—¿Quieres que nos vayamos juntos al trabajo? —preguntaste.
—Oh... eso se me olvidaba —dijo—. Suzanne nos dió el día libre, porque ir a ver a su hermana en el campo.
—Bueno... entonces, nos vemos mañana, ricitos de chocolate —sonreíste.
Él también lo hizo, y se despidió con la mano.
Saliste del colegio, al tener el día libre de trabajo, tenías aún más tiempo de arreglarte para la fiesta y quizás, descansar un rato.
Al llegar a tu casa, Louis estaba viendo la tele, tirado como un trapo en el sillón.
—Hola, _____(tn) —saludó Lou—. ¿A qué se debe tu llegada temprana?
—Suzanne nos dió el día libre —sonreíste.
—Ah.. oye, llamó mamá —dijo.
—¿Qué te dijo? —preguntaste.
—Mmh, que te extrañaba y cosas cursis, ah, y que te mandaría un paquete con cosas que te compró, ropa, cosas de mujeres... tu sabes —respondió Louis mientras cambiaba de canal eufóricamente.
—Qué bien —dijiste—, bueno... saldré a una fiesta hoy.
—¿Para quedarte denuevo en el auto del británico? —rió burlescamente.
Rodaste los ojos.
—No, esta vez llegaré temprano —dijiste, dirigiendote a tu habitación.
Te probaste varias vestimentas, hasta que escogiste esta: https://fbcdn-sphotos-a-a.akamaihd.net/hphotos-ak-prn1/69131_497471806929501_1147765879_n.jpg .
Te maquillaste, te perfumaste y te pusiste el collar que te había dado tu mamá. Miraste hacia tu reloj, eran las ocho.
Decidiste ponerte a escuchar música. Pusiste la radio y estaba sonando Taylor Swift (Nota de la autora: ¿Alguna swiftie por aquí?). Te pusiste a tararear la canción.
Sacaste tus esmaltes de uñas (barniz, o como le digan en tu país), y te las pintaste. Escuchaste que Louis sacaba comida del refrigerador.
—¡Deja ahí mi comida, rufían! —reíste.
—Sólo es una manzana —rió también.
—Eso espero... —dijiste con voz felina.
Pasaste a pintarte las uñas de los pies. Con la música fuerte y el olor a esmalte, ni te diste cuenta cuando ya eran las nueve y media. Saliste corriendo por la puerta de tu habitación.
—Lou, vuelvo temprano, te quiero —dijiste rápidamente y saliste de la casa.
El edificio de fiestas al que ibas no era más que un bar común y corriente, no entendías porque el nombre "Melwright". Al llegar, Lis y Edward estaban en la puerta, esperándote.
—¡Mujer maravilla! —dijo Ed en un tono gracioso.
—¡Superman! —dijiste en el mismo tono.
Lis soltó una risita.
—Hola, ____(tn).
—¡Ahora sé tu nombre! —exclamó Ed.
Lis se cubrió la boca con ambas manos.
—No te preocupes Lis... yo sé que te llamas Edward —le dijiste.
Ed miró a Lis en tono acusador.
—Bueno, entonces me presento formalmente, soy Edward Sheeran —te estrechó la mano—. Pero tú solo dime Ed.
Sonreíste.
—Y yo soy ____(tn) ______(ta), y estoy encantada de conocerte.
Luego entraron al bar, la música se escuchaba tan fuerte que apenas se podía escuchar lo animado que estaba Ed hablándote, pero lo entendías. Las luces multicolores te llamaban a la pista de baile, pero aún así, te controlaste.
—Y bien, _____(tn), ¿quieres bailar? —te invitó Ed.
—Claro —sonreíste.
Las canciones eran movidas y divertidas, Edward también lo era. Lis estaba sentada tomando refrescos, agradeciste al cielo que no estaba bailando con nadie, Lou se pondría celoso. La canción acabo y estabas más que cansada.
—¡Eso si que estuvo bueno! —dijo Ed—. ¿Quieres beber algo?
—Vamos —reíste.
Se acercaron a la mesa y Edward te ofreció un alcohol verde.
—Ed... yo no tomo... alcohol —murmuraste.
—Oh vamos, _____(tn), un poquito de esto no te hará mal —respondió él.
Dudosa, tomaste el vaso y te gusto. Su sabor a menta era inigualable, pediste otro. Y luego otro, y luego otro, y en fin, otro. Edward estaba incluso más ebrio que tú.
—Dije que no te haría mal —dijo Ed, y las silabas se mezclaban entre sí, definitivamente estaba ebrio.
Te estabas mareando, te reías como idiota y todo se movía a tu alrededor.
—¡_____(tn)! —chilló Lis—. ¿Estás bien?
—Perfecta...men....te —tenías hipo.
—¡Díos mío Ed! —gritó—. ¿Qué le has dado a la pobre _____(tn)?
—Nada... —dijo—. Yo me haré cargo.
Te tomó de el brazo delicadamente y te llevó al baño. Te acarició la frente y te puso hielo, pero olvidaste que estaba igual de ebrio que tú. Te llevó a uno de los compartimentos del baño, te abrazó a él y cerró.
—Ed... que... ¿que haces? —preguntaste, algo mareada.
Antes de poder seguir diciendo cualquier cosa, Edward te acorraló y te besó fuertemente, rozando con tu lengua, intentaste apartarlo, pero era demaciado fuerte.
—Suel...—alcanzaste a decir antes de que te devorara una y otra vez.
Su mano fue bajando hasta tocar partes que nunca nadie debería tocar.
Y ahí empezó todo.
—¡_____(tn)! ¿estás ahí? —preguntó Lis, gritando desde afuera.
Sentiste unos pasos a dónde estaban tu y Ed. Le pisaste el pie, abriste la puerta, corriste y chocaste frente a frente con Harry. Lo abrazaste a más no poder.
—Por favor, ayudame, el... se estaba aprovechando de mí —susurraste.
—¡¿Qué, quién?! —exclamó.
—Ed... Edward Sheeran —sollozaste, recordando los malos momentos dentro de ese baño.
Te apartó delicadamente y avanzó hasta la puerta del baño, la abrió y lo escuchaste gritar.
—¡MALDITA SEA, ED, NO PODRÍAS BUSCARTE A OTRA LATINA! —chilló Hazza.
—Keep calm, bro —dijo Ed.
—La vuelves a tocar, tu ir de vuelta a UK con una patada en las bolas —amenazó.
La verdad, nunca lo habías visto hablar así.
Salió de el baño, te tomó en brazos y te sacó de ahí, a la vista de todos los presentes.

                                             

Our First Kiss - Capitulo 15


"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 15



—Buenos días —dijo él, y esbozó una leve sonrisa.
—Buenos días —respondiste.
—¿Cómo amaneciste? —preguntó.
—Asustada, Lou me matará —dijiste, con tono bajo.
—¡Oh, claro! —gritó—. Vamos, rápido.
Aceleró el motor, y partieron rápido a tu casa.
Al llegar, Harry se despidió de ti con un gesto, tú hiciste lo mismo. Entraste a la casa y viste papel higiénico por todos lados, latas de cerveza, y un olor desagradable. Por último, Louis tirado en el sillón, dormido, con una lata de cerveza en la mano.
—Alguien estuvo de fiesta anoche... —susurraste.
—Y alguien no llegó a casa —dijo Louis, abriendo los ojos.
—¡Te estabas haciendo el dormido! —exclamaste, y reíste.
—El auto del británico me despertó, ¿así que estabas con él? —preguntó.
—Yo... yo... si, estaba con él —respondiste, mirando tus zapatos—. Pero tu estabas de fiesta, y no te he dicho nada.
—Yo soy mayor, y además, estaba tomandome un par de cervezas con Josh y su novia —dijo él.
—¿Un par? —preguntaste mirando la cantidad de latas de cerveza a tu alrededor.
—Ese no es el punto, el punto es que ya son las diez de la mañana, y deberías estar en el colegio.
—Puedo irme ahora y llegar a ciencias —dijiste.
—Ve, yo no iré a clases hoy, voy al trabajo —masculló.
Fuiste a tu habitación y te vestiste así: http://a6.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash3/526707_440048689338480_642752655_n.jpg . Luego, te dirigiste al colegio.
Corriste al salón de ciencias, al llegar, todos te miraron.
—¿A que se debe este retraso, señorita _____(tn)? —preguntó en tono autoritario la profesora.
—Me quedé dormida —respondiste, con simpleza.
Te miró extrañada, pero luego te dejó pasar. Miraste a todos lados y no viste a Harry por ninguna parte, te sentaste al lado de Lis.
—¿Por qué llegaste tan tarde? —susurró Lis.
—Me quedé dormida, en el auto... de Harry —susurraste también.
—¡DE HARRY! —exclamó, y le tapaste la boca.
—Shhh... después te explico —le dijiste.
La clase se pasó rápido, ya era la hora de almorzar. Fuiste a la cafetería con Lis, y buscaste a Hazza con la mirada, pero no estaba. Tomaste una bandeja y pasaste a retirar la comida.
—¿Has visto a Harry? —preguntaste a Lis.
—Uuuuh, a alguien le gusta el británico —dijo ella en tono burlón—. No, creo que no lo he visto... ¡Mira! Ahí está.
Giraste a donde apuntó Lis, y lo viste con una bandeja sentandose al lado de un chico del grado inferior.
—¿Por qué te importa tanto? —preguntó Lis.
—No es que me importe... tengo que hacer el proyecto con él, y tenemos pocos días para entregarlo —respondiste.
Tu amiga asintió con la cabeza, riendo.
—A mí no me engañas.
Luego siguieron comiendo y al terminar, sonó el timbre para entrar a la clase de audiovisual.
Entraron al salón, y Harry te hizo un gesto para que te sentaras junto a él. El profesor entró, y todos se quedaron en silencio.
—Buenos días alumnos, espero que ya estén avanzando con el proyecto, tienen plazo hasta dos días más para entregarlo —dijo.
—¿Dos días? —dijo Rebecca—. No tengo nada en común con este idiota, no sé que haré.
—Tienes tiempo de sobra, ahora, tienen exactamente... —examinó su reloj—. Treinta minutos para avanzar un poco, tienen el colegio libre para ocupar cualquier lugar.
Agarraste a Hazza del brazo y corrieron a el gimnasio, cerraste la puerta de él con fuerza.
—Y bien, ¿que has traído para buscar nuestras "cosas en común"? —dijo él.
—Esto —respondiste sacando una cámara para grabar—. Y también una barra de chocolate.
—¿Chocolate? —preguntó.
—Tengo hambre —reíste, y comenzaste a grabar—. Harry, canta algo para mí.
Él sonrió, carraspeó y comenzó a cantar "Use somebody".
—I've been roaming around, always looking down at all I see, painted faces, build the places I cant reach. You know that I could use somebody, you know that I could use somebody —comenzó a cantar él, con su voz angelical.
—Someone like you, And all you know, and how you speak. Countless lovers under cover of the street —seguiste tú.
—You know that I could use somebody, you know that I could use somebody. Someone like you... —cantaron al unísono.
—Off in the night, while you live it up, I'm off to sleep, waging wars to shape the poet and the beat... —cantó él, nuevamente.
—I hope it's gonna make you notice, I hope it's gonna make you notice —cantaste tú.
—Someone like me, someone like me. Someone like me, somebody —cantaron ambos—. Someone like you, somebody, someone like you, somebody. Someone like you, somebody.
—I've been roaming around, always looking down at all I see —terminó él.
Dejaste de grabar y guardaste el video. Ambos sonrieron, y se miraron por un minuto directamente a los ojos.
—¿Grabaste todo? —preguntó Harry, interrumpiendo la conexión.
—Si —respondiste—. Hemos encontrado nuestra primera cosa en común, ambos amamos la música.
Él asintió.
—Creo que quizás hay otra cosa que tener nosotros en común —sonrió.
—¿Qué cosa? —preguntaste, curiosa.
Sacó el teléfono de su bolsillo del pantalón, y una canción lenta comenzó a sonar. Prendiste la cámara y empezaste a grabar.
—Acércate —susurró Hazza.
Siguiendo las instrucciones de él, te acercaste y él se apegó a ti. Bailaron lentamente, siguiendo cada uno de los pasos... uno del otro. La conexión era notable, el sonreía, tu mantenías la vista fija en sus labios. Te giró con el brazo, luego con el otro. Te tomó de la cintura y te movió al compás de la música.


                                      
                                                    

Our First Kiss - Capitulo 14



"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 14


Terminaste de besarlo, y te giraste hacia la ventana del restaurant, Harry parecía dolido, ¿Dolido? Oh, vamos, tiene novia.
—Yo... yo —tartamudeaste volviendo a mirar a Liam.
—______(tn), esto es importante para mí —dijo él—. Tienes que tomar una decición importante ahora mismo.
—¿Decición? —preguntaste, extrañada.
—Sabes que me gustas, lo sabes bien —dió un suspiro y prosiguió—: Tienes que decidir, si vas a estar conmigo, o simplemente esto nunca pasó.
Miraste tus zapatos. Liam era un gran amigo, pero no podía ser tu novio porque en realidad... no podías dejar de pensar en Harry.
—Es el británico ese, ¿no? —dijo Liam, enfadado—. Siempre supe que... ah, no vale la pena seguirle el ritmo a esta conversación, _____(tn). Cuándo tengas una buena respuesta... no dudes en llamarme.
—Li... Liam... yo... —susurraste.
Pero Liam ya se había marchado.
Te quedaste sola, en la oscuridad de la noche. Estabas demaciado deprimida para llamar a Lis, y sin dinero para irte en un taxi. Optaste por irte a tomar un batido cerca de ahí.
Entraste a un local cercano, lleno de gente soltera y una que otras parejas besándose en algunos rincones. La música sonaba fuerte como en un pub, pero era solo un "inocente" lugar donde la gente se reunía.
—Hola preciosa —dijo alguien detrás de ti.
Giraste y viste a un chico alto, pelirrojo, ojos fríos. Su mirada se clavaba directamente en tus ojos, y eso es extraño en un hombre.
—Ho-hola —tartamudeaste—. ¿Quién eres?
—Soy superman.
Reíste y el también rió.
—Bueno "Superman" —dijiste haciendo comillas con los dedos—. ¿Nos hemos visto antes?
—Quizás sí, quien sabe —levantó ambos hombros—. Ví que ese chico te ha dejado sola en la calle.
Te sonrojaste, creías que nadie te había visto.
—Oh... yo...
—No importa, vamos a divertirnos un rato —dijo él.
Bailaron un rato, tomaron batidos y conversaron sobre la vida. Aún así, el chico se rehusaba a revelarte su nombre.
—Prefiero que me llames Superman.
—Bueno... si así lo quieres —sonreíste—. Pero tu tampoco sabrás el mío, porque soy la mujer maravilla.
Él soltó una carcajada, y así estuvieron hasta altas horas de la madrugada, riendo y conversando.
—Maldición... —mascullaste.
—¿Qué pasa? —preguntó el pelirrojo.
—Mañana tengo que ir a clases y ya son más de las tres de la mañana —dijiste—. Mi hermano me va a matar.
—Vamos, mujer maravilla, yo te llevo a casa —sonrió.
—No si yo la llevo primero —dijo una voz conocida detrás tuyo.
Giraste y viste a Harry, con cara de enojado, y los rulos jodidamente sensuales sobre su rostro.
—¿Harry? —preguntaste—. ¿Qué rayos haces acá?
—La pregunta es que rayos tú haces acá a esta hora, con un desconocido —dijo él, con tono protector.
—¿Quién es este, y quién se cree? —preguntó "Superman".
—Soy Harry, Harry Styles —respondió el rizado friamente—. Y esta es ______(tn), es mi amiga. Y me voy con ella.
Con fuerza, Hazza te tomó del brazo y te llevó a su auto. El pelirrojo encogió de hombros y se despidió con un gesto con la mano de ti, además de una amplia sonrisa.
—¿Quién diablos te crees? ¿Mi papá? —le gritaste, mientras Harry te empujaba con delicadeza a un asiento del copiloto.
No obtuviste respuesta alguna. Te abrochó el cinturón y luego se lo abrochó él.
—Solo te cuido —susurró.
—¿Por qué mejor no te dedicas a cuidar a tu noviecita? —preguntaste, irónicamente.
—¿Y tú por qué no te dedicas a besar a Liam? —dijo, con la mirada fija en el camino—. Al parecer te encanta besarlo.
Te sonrojaste, no tendrías que haber sacado el tema.
El camino a casa se hacía largo, entraron por un atajo para no pasar más tiempo juntos, o al menos eso pensabas. Pero el atajo estaba lleno de piedras y ramas caídas, además de muchas botellas de vidrio rotas, gracias a que los adolecentes hacían sus fiestas llenas de alcohol y drogas en ese lugar. De pronto, dos ruedas del auto de Harry, se desinflaron.
—¡Maldición! —exclamó Harry, y se bajó a ver ambas ruedas.
—¡Que rayos pasó ahora! —gritaste, bajandote del auto y llendo hacia Hazza.
—Estas estúpidas ruedas se desinflaron, al parecer por un pedazo de vidrio —dijo.
—¿Y dónde piensas que vamos a pasar la noche? —preguntaste—. Estamos a muchos kilometros de casa, y un hotel queda más lejos todavía.
—Dormiremos en el auto —respondió, como si fuera lo más normal del mundo.
—¡Estás loco! —dijiste, y entraste al auto.
Harry también entró, tiró su asiento hacia atrás y apoyó la cabeza.
—Yo dormiré aquí, si quieres seguir ahí con los brazos cruzados y no dormir en toda la noche, es tu problema.
Bufaste.
Harry cerró los ojos. Tú, resignada, también tiraste el asiento hacia atrás, pero con el vestido que tenías puesto, era tan delgado, que estabas muriendote de frío. Intentaste dormir, pero lo único que conseguiste fue cerrar los ojos, aún despierta.
Sentiste como Harry se sacaba la chaqueta y te la ponía encima.
—Gracias, rizos de chocolate —susurraste.
Él sonrió a modo de respuesta. Lograste dormirte, al fin.
A la mañana siguiente, despertaste con los primeros rayos de sol. Abriste un ojo, luego el otro, viste como Harry dormía, parecía un ángel, un hermoso ángel.
Sacaste de tu bolso unas toallas desmaquillantes, que servían para sustituír que te lavaras la cara. Te maquillaste nuevamente, y te peinaste. De pronto, Harry abrió los ojos.
                           


Our First Kiss - Capitulo 13



"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 13




Pensaste en cortar en ese momento el teléfono, pero te arrepentiste.
—Oh, ¿qué tal? —preguntaste, intentando parecer natural.
—Todo bien, sigues... ¿enojada conmigo? —respondió.
—Claro que no, ya maduré, Liam.
—Entonces... aceptarías salir a cenar... hoy en la noche, ¿no? —preguntó en un tono seductor.
Lo pensaste unos segundos, pero ahora que Harry tenía una relación, podrías olvidar lo que el causaba en ti.. si salías con Liam.
—Claro.
—Pasaré por ti a las ocho, espero que estés lista —dijo.
—Lo estaré —respondiste en un tono amigable.
Cortaste la llamada, la verdad, pensaste que no deberías haber aceptado dicha invitación, habías prometido que nunca saldrías con una persona para olvidar a otra pero... esta era una excepción, solo una vez.
Te pusiste un vestido ajustado al cuerpo de color morado, y te maquillaste. Liam llegó por ti a la hora exacta.
—¿Nos vamos, linda? —preguntó, abriendo la puerta del automóvil.
Asentiste con la cabeza.
Durante el trayecto, apenas hablaron o intercambiaron miradas, hasta que Liam interrumpió aquel silencio.
—Pensé que me dirías que no.
—¿Por qué te tendría que decir que no? —respondiste—. Eres mi amigo Liam, nunca lo olvides.
Dió un largo suspiro, y no salió ninguna palabra de su boca hasta que llegaron al restaurant, era bastante bonito, pero demaciado elegante para una chica de tu edad, estaba lleno de parejas casadas y mayores, aunque el ambiente era cálido y bonita decoración.
—Oh, veo que has traído a una amiga, Liam —dijo un amigable mesero de pelo dorado, con acento italiano—. Siéntense por aquí, pasen, pasen.
Se sentaron en la mesa que les indicó, y les pasó el menú.
—Enseguida vendré a anotar su pedido —dicho esto, el mesero se retiró.
Liam carraspeó.
—Yo... pediré... algo que no se coma con cuchara —río.
Soltaste una pequeña risita.
—Sigues siendo el mismo, James.
—No me gusta que me llames James, así me decías cuando eramos más pequeños. Mi segundo nombre no es muy lindo que digamos —dijo.
—Ay, para mí si es bonito —sonreíste—. Creo que pediré esta ensalada, no quiero comer algo pesado.
—Oh... yo pediré esto —dijo señalando algo del menú—. Se ve delicioso.
El mesero tomó sus pedidos y no se demoró en traerlos. La rapidez del restaurant era increíble.
—Mmh, no me equivocaba con respecto a esto —comentó Liam comiendo un bocado—. Está muy bueno.
—Esta ensalada no está nada mal, para ser una ensalada —dijiste, riendo.
La noche estuvo fantástica, recordaron varias cosas de cuando eran más pequeños y peleaban por quien quería más a Lou. Todo iba bien, hasta que viste a Harry pasando junto a Rebecca tomados de la mano, riendo, entrando al mismo restaurant en el que estaban, oh- ouh. Casi te atragantaste con la lechuga.
—¿Estás bien? —preguntó Liam, preocupado.
—Si, solo necesito un poco de agua —dijiste tomando un sorbo.
Se sentaron al otro extremo del restaurant, aún riendo. Rebecca iba vestida con un lindo vestido amarillo, Hazza se veía hermoso como siempre. El mesero los atendió y les trajo el pedido casi al instante, al parecer la estaban pasando muy bien.
—¿A quién miras como embobada? —dijo Liam, tratando de recuperar tu atención.
—Eh... ese arreglo de flores lilas, está maravilloso —respondiste, mirandolo nuevamente.
—¿Quieres postre? —preguntó.
—Oh, claro, pero me sentiré culpable si lo pagas tú —dijiste, sacando un poco de dinero.
—Deja eso ______(tn), yo pago —te sonrió de vuelta.
Pidieron helado y el mesero los trajo con la misma rapidez que la comida anterior. Algo te distrajo, Rebecca y Harry se estaban besando, diablos.
Apretaste con fuerza el mantel, haciendo que todo lo que se encontraba arriba, se cayera sobre el piso y tu vestido.
Todos los ojos de la gente del restaurant se dirigieron a ti, incluyendo los de Harry. Sus miradas se cruzaron, y saliste fugazmente corriendo de ahí.
Liam pagó la cuenta y te siguió.
—¿Qué pasa? —preguntó preocupado tomandote por el mentón.
—No me siento bien, boté todo, soy una estúpida.
—No lo eres, ______(tn) —dijo él tiernamente.
Miraste por la ventana del restaurant, Harry te estaba mirando fijamente con sus hermosos ojos verdes. Te giraste hacia Liam, y lo besaste. BESASTE A LIAM PAYNE, TU MISMA. Ay _____(tn), en que problema te has metido ahora.




                                     Harry Styles, disfrazado de payaso

Our First Kiss - Capitulo 12



"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 12



—Rizos de chocolate, suéltame —dijiste, sonrojada.
—¿Yo ponerte a tí nerviosa? —preguntó él, en el mismo tono pícaro de antes.
De pronto, llegó Suzanne.
—¡Hey, par de tórtolos! —bromeó ella.
Ambos se separaron rápidamente.
—Ya saben las reglas de que no pueden haber parejas en el trabajo, eh? —advirtió Suzanne—. ¿Y qué es todo este alboroto? ¡Mírense! parecen pasteles humanos con todo eso encima. Espero que tengan una buena explicación para esto.
—Eh.. eh.. yo comenzé todo —dijo Harry—. Quería hacerle una pequeña broma a ______(tn), pero todo salió mal.
No te dió tiempo ni de abrir la boca cuando Suzanne habló.
—Harry, cariño, te perdono solo porque estás recién comenzando —dijo—. Pero espero que esto no se vuelva a repetir.
Ambos asintieron.
—Ahora me voy, quiero que se retiren antes, estoy de buen humor hoy —agregó—. Pueden salir a tomar algo o quién sabe, solo hagan un par de pedidos más y vayanse, ¿ok?
—¿A que se debe esto, Suzanne? —preguntaste.
Ella suspiró.
—El amor, _____(tn), el amor —dijo y salió por la puerta de la pastelería.
Ambos se miraron y rieron. Luego hiciste un par de pedidos, mientras Harry recepcionaba algunos más en la caja. Terminaron el turno y decidieron salir, tal como les dijo Suzanne.
—¿Dónde quieres ir, señorita chocolate? —preguntó sacandote el chocolate de la cara con un mantel.
—Aún a ningún lugar, tengo que cambiarme esta ropa que está toda embarrada de ingredientes —respondiste—. Ahora, date vuelta, me voy a poner otra ropa.
Hazza soltó una pequeña risita.
—Estamos en confianza —dijo Harry con mirada felina.
—Si, claro, pero no quiero que me veas así.
—¿Te incomódo? —soltó una carcajada.
—Sólo date vuelta, ¿quieres? —le gruñiste.
Se dió vuelta y se tapó la cara con las manos, mientras tu te cambiabas a esta ropa:https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-snc7/487180_440041489339200_748844568_n.jpg .
—Estás lista... wow —dijo examinandote con esa ropa.
—¿Qué miras? —preguntaste—. No te pases ricitos de chocolate.
Él rió.
—¿Y tú no te vas a cambiar? —agregaste.
—No, no tener tiempo.
Dicho esto, salieron por la puerta de la pastelería rumbo a un parque cercano. Se sentaron en una de las mesas de una heladería.
—Quiero de _____(tu helado favorito) —pediste al mesero.
—Yo lo mismo de ella.
Luego de un rato les trajieron sus helados.
—Oye.. eh.. ¿por qué estabas enojada conmigo? —preguntó Harry de pronto.
—Oh, pues... yo... ah... ya no vale la pena decirte —respondiste comiendo una cucharada del helado.
—Vamos, por algo deber tú estar así —dijo insistente.
El teléfono de Harry sonó.
—Debe ser tu noviecita... —murmuraste.
—Ah, así que eso era lo que te molesta, mi relación con Rebecca.
—¿Tú.. tú tienes una re-relación con Rebecca? —casi te atragantaste con el helado, y el tono de decepción se notó en tu forma de hablar.
Cortó la llamada sin contestar.
—Si, desde el día de la fiesta ¿por qué? —preguntó, mirandote con ojos inquisidores.
—Yo.. oh, nada —mentiste—. No me siento muy bien, ¿me puedes acompañar a casa?
—Claro —dijo.
Pagó la cuenta y te acompañó a casa. Decidiste no hacer contacto físico ni visual, menos hablar cuando caminaron. Te dejó en la puerta de tu casa y se despidió con una sonrisa, como si no hubiera pasado nada.
Corriste a tu habitación y abrazaste a tu almohada, nunca pensaste que Rebecca podía conquistar a Harry, y menos que Harry se enamorara de alguien como Rebecca.
Tu móvil sono con esa tediosa melodía.
—¿Hola? —dijiste.
—Hola, soy Liam —respondieron al otro lado de la línea


                                       

Our First Kiss - Capitulo 11



"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 11



Te sonrojaste casi al instante, y Harry pudo notarlo.
—Uhm, cre... creo que deber irme —tartamudeó.
—Pues, si quieres... Lou llegará y pensará mal de nosotros —respondiste.
El asintió y se levantó del suelo, te hizo un gesto y salió por la puerta.
Te quedaste un rato ahí, en el suelo, desconcertada y con millones de preguntas en tu cabeza. ¿Harry te había escrito una canción... acaso... le gustabas? ¿Estás enamorada de Harry? ¿El estaría pensando en tí en ese momento? Oh, odiabas tener ese montón de preguntas rodeando tu mente.
Te dirigiste a tu habitación. De seguro Louis tendría fiesta esta noche, y tú no te ibas a quedar toda la noche encerrada ahí. Marcaste el número de Lis en tu móvil.
—¡______(tn)! —exclamó Lis al oírte al teléfono—. Justamente te ibamos a llamar para hacer algo, ¿tienes algo que hacer hoy en la noche?
—Pues... no, por eso te llamaba —dijiste riendo.
—Muy bien, esa es la respuesta que esperaba escuchar —soltó una carcajada—. ¿Estás mejor? porque Mayle tiene una fiesta en su instituto esta noche, y estamos invitadas.
—Claro que estoy mejor —dijiste—. Oh, ¿de verdad? entonces me vestiré e iré a tu casa, después a la fiesta ¿de acuerdo?
—Te espero, bye, abrazos —respondió Lis finalmente y colgó.
Buscaste en tu armario algún vestido de noche, y parecía no haber nada por ninguna parte, hasta que encontraste el vestido perfecto (http://www.modareinas.com/i/vestidos-para-discoteca.jpg) te lo pusiste y corriste a la casa de Lis.
Al llegar, Lis te maquilló y te peinó. Mayle y Kath ya estaban listas para irse, ambas parecían modelos de revistas. Solo que Kath tuvo que hecharse en exceso base de maquillaje para borrar ese feo golpe en el ojo.
Se fueron caminando hasta el instituto de Mayle, que no quedaba muy lejos de la casa de Lis. Cuando llegaron, la música se filtraba a través de las paredes.
—Vamos, entren, busquen un chico y... ¡DIVIERTANSE! —las animó Mayle, entrando rápidamente.
La decoración era bastante bonita, las dos mesas que habían estaban cubiertas de pizza y bebidas de origen extraño, pero parecían apetitosas. La música electronica, y de todo tipo sonaba a través de cinco parlantes (estéreos, radios) enormes, y un dj se encargaba de mezclar los sonidos. Habían más de 500 personas ahí, contaste.
Viste a Louis, al parecer habían asistido al mismo lugar, y bailaba con Lis. Ambos parecían felices. Mayle había encontrado a Niall y estaban bebiendo una de esas bebidas mientras bailaban, Kath estaba con unas amigas, hablando sobre el estado de ánimo de Zayn, decían que ya estaba recuperado y que le había dicho que saliera sin preocuparse, buen chico. Y tú... tu estabas sentada ahí, sola, mirando a todos a tu alrededor.
Unas extrañas sombras se movían en un rincón de la pared, dos personas. Trataste de ver bien y reconociste la falsa cara de Rebecca, esa idiota. Y el chico... te acercaste un poco para ver mejor, y sí, era Harry. Lo peor, se estaban besando.
Una lágrima rodó por tu mejilla, y no sabías porque. Tomaste una de esas bebidas y te fuiste corriendo de ahí, no querías seguir sufriendo. ¿Después de haberte escrito una canción, se estaba besando con otra chica? Que poco hombre.
Llegaste a tu casa e inmediatamente fuiste a tu habitación, no tenías ganas de hacer ni decir nada. Te pusiste pijama y te acostaste en tu cama. Tu móvil sonó, viste la pantalla y era Lis, decidiste contestar y le mentiste, diciendo que te había dado dolor de estómago. Recordaste que mañana era el concurso de baile de "Miss Sunshine" y buscaste desesperada algún vestido corto que fuera acorde con tu presentación.
—I'm feeling sexy and free —murmuraste, recordando la canción—. ¿Qué me hace sentir sexy y libre?
Decidiste buscar un short hasta la cintura y una polera negra ajustada. Eso te hacía sentir bien, y cómoda.
Pusiste tu cabeza en la almohada y te dormiste casi instantaneamente.
Al despertar, tu despertador sonó con esa fiereza de siempre, te duchaste, te lavaste los dientes y te vestiste con el short y la polera para ir al colegio. Louis al parecer aún no despertaba. Te dirigiste a su habitación y lo viste ahí, durmiendo, preferiste dejarlo dormir.
Al llegar al colegio, pudiste ver a Harry hablando en una esquina con Rebecca, decidiste pasar corriendo para evitar cruzar las miradas. Lis te estaba esperando en el salón de clases audiovisuales.
—Hola ____(tn), lo lamento por no haberte acompañado a casa ayer —se disculpó apenas llegaste—. Me quedé con Louis y... bueno, la pasé muy bien.
—Me alegro, creo que esa pizza fue lo que me hizo mal —respondiste.
—Yo sé que no es eso, ______(tn) —te dijo—. Ya cuentame que pasó ayer.
—Pues...
Y el timbre sonó. Todos entraron y se sentaron unos junto a otros.
—Buenos días alumnos, sientense, tienen que entregar un proyecto en parejas —la voz ronca del profesor interrumpió en el salón.
—¿Puede ser entre amigas? —preguntó Alice.
—Mmmh, no —respondió con frialdad—. Yo elegiré las parejas.
Diablos, lo último que querías era separarte de Lis y tener que ir con otra persona a hacer el proyecto, ya estabas lo suficientemente enojada y estresada.
—Alice y Josh, Rebecca y... James, Lis y Pablo; Samantha y Mike, y por último... _____(tn) y Harry.
—¿¡Qué!? —chilló Rebecca—. No quiero estar con ese alienigena hipergaláctico.
—No es su decisión, es la mía —respondió desafiante.
Murmuró una maldición en voz baja. Pero la verdad, es que no querías verle la cara a Harry, menos para un trabajo dónde tenían que estar juntos, muy juntos.
—Bueno... siguiendo lo mío —agregó el profesor—. El proyecto consiste en grabar en un video, dónde proyecten lo que tienen en común con su pareja de trabajo. Sé que será dificil al principio, pero lo conseguirán.
¿Ahora tenías que interactuar directamente con él? vaya, que suerte.
Las clases pasaron más rápido que cualquier día normal y ya era la hora de que te prepararas para la presentación de baile. Terminaste de almorzar, te lavaste los dientes y te dirigiste rápidamente al auditorio donde las chicas ya se estaban presentando. Luego, había llegado tu turno.
Te paraste rápidamente en el escenario y comenzaste la coreografía: (http://www.youtube.com/watch?v=6uUGUAQYKmA). Los jueces se miraban y asentían con la cabeza. Terminaste, y casi todo el auditorio se puso de pie a aplaudirte.
—Mañana daremos los puntajes, aún no estamos muy decididos —dijo una rubia del jurado—. Pueden retirarse, gracias.
Esa tarde, Lis tenía una cita con Louis, eso significaba que nadie te podría acompañar un rato en el trabajo de la pastelería, para evitar a Hazza, tuviste que enfrentarlo.
—Hola, ______(tn) —saludó el con el delantal puesto ya que al parecer, había llegado antes que tú al trabajo—. ¿Como estás? no hemos hablado hoy, y ahora que somos pareja de trabajo...
—No tengo ganas de hablar contigo, Harry —lo interrumpiste.
—¿Qué te hice? —preguntó, perplejo.
—No lo entenderías.
Seguiste haciendo los pedidos, y cuando le trataste de poner salsa de chocolate a un pastel, presionaste el boton equivocado de la lata, y te saltó todo el chocolate en la cara.
Harry soltó una pequeña risita. Tomaste un huevo y lo amenazaste.
—No te sigas riendo o este huevo será parte de tu lindo cabello —dijiste desafiante.
—¿Crees que me da mucho miedo, señorita chocolate? —te respondió riendo y agarró la bolsa de harina—. Me tiras ese huevo y yo te tiró esta bolsa en esa linda polera que traes.
Sin pensarlo y traviesamente, le reventaste el huevo en el pelo.
—¡Me las pagarás! —gritó mientras te derramó la bolsa de harina en la polera negra.
Le tiraste chispas de chocolate en la cara y el te puso crema en el cuello, luego le derramaste leche el la polera a lo que el respondió manchando tus zapatos con escencia de vainilla. De pronto, te acorraló contra la pared.
—¿Ahora me vas a contar lo que te pasa, preciosa? —dijo pícaramente.


                             
                                 

Our First Kiss - Capitulo 10



"Our first kiss" Harry Styles y tú.


Capitulo 10



—¡Trae las palomitas de maíz, ______(tn)! —grito Louis desde el salón, mientras instalaba el dvd.
—¡Ya están por salir del microondas, Lou! —le respondiste, en el mismo tono.
Harry estaba en el sillón revisando una a una las peliculas que tenían en casa, Louis le había dicho que como era el invitado, por lo tanto el tenía que elegir la película.
—Veamos esta —dijo Harry levantando una película de fantasmas que viven en una casa de la playa.
—Porfin alguien que no elige películas de amor, llenas de cursilerías —comentó Lou riendo.
—¡TE OÍ! —gritaste desde la cocina soltando una carcajada.
Metiste las palomitas en un bol y te dirigiste a la sala dónde estaban Lou y Harry. Metieron la película en el dvd y empezó el terror.
Al principio, no era tan terrible, pero a los 30 minutos, era algo insoportable. Cada vez que algo se movía dentro de la casa embrujada, apretabas tu mejilla con el pecho de Harry, a lo que el respondía rodeandote con el brazo.
El trama de la película giraba en torno a una familia que se mudaba a una casa en la playa, la cual estaba embrujada y pasaban una serie de eventos terroríficos.
El celular de Louis sonó.
—¿Sí?... oh, Sara...claro, claro que no me olvide. Iré a la casa de Samantha ahora... sí, el color rojo para los manteles...ok...adiós —colgó.
—¿Dónde vas? —preguntaste.
—Tenía un evento que se me había olvidado por completo —respondió—. Volveré antes de medianoche, ven la película y Harry se va ¿eh?
Hazza rió y asintió con la cabeza. Lou salió y cerró la puerta.
Siguieron viendo la película, solo que una vez que apoyaste la mejilla contra su pecho, no te soltó más. Miraste su rostro, desconcertada y confundida, el bajó la mirada y te sonrió. Luego te besó con ternura la frente.
—Te ves linda cuando te sonrojas.
Sonreíste de una forma nerviosa y bajaste la mirada.
La película terminó, pero Harry parecia querer seguir ahí, a tu lado.
—Uh... tengo que ir a ensayar para mi presentación de mañana —dijiste, nerviosa.
—¿De baile? ¿No quieres que te ayude? —preguntó—. Recordar tú que también tengo mi lado de bailarín.
Recordaste esa noche cuando ambos bailaron en el baile inicial de la gala anual de la música.
—Claro, pienso bailar una canción de Jessie J —respondiste.
—Ella es buena cantante, conocida allá en Inglaterra —dijo él—. Enseñame un poco de tu coreografía.
—No me siento preparada, acabo de sufrir un "accidente con niñas rudas" —dijiste haciendo comillas con los dedos.
—Ay, lo único que recibiste fue un buen golpe, no sangraste ni nada —rió Harry—. No tienes excusas, muestrame un poco.
Le mostraste la coreografía: http://www.youtube.com/watch?v=6uUGUAQYKmA .
—Eres buena bailando, no creo que necesites prepararte —anunció con una sonrisa—. Quiero saber si eres tan buena cantando conmigo.
Fue a tu habitación, regresó con una guitarra y un papel impreso. Se sentó a en el piso, puso la guitarra en su regazo y comenzó a tocarla.
—You're insecure, don't what for, you're turning heads when you walk to the do-o-oor —comenzó a cantar.
Lo seguiste.
—Don’t need make up, to cover up, being the way that you are is en-o-ough, on’t need make up... to cover up. Being the way that you are is en-o-ough, everyone else in the room can see it... everyone else look at you —cantaron ambos—. Baby you light up my world like nobody else, the way that you flip your hair gets me overwhelmed, but when you smile at the ground it ain’t hard to tell. You don’t know oh oh, you don’t know you’re beautiful.
—Es una canción hermosa, felicitaciones rizos de chocolate —dijiste sonriente, te paraste a buscar un par de refrescos a la cocina.
Al volver con ellos, Harry estaba en el mismo lugar, mirando al techo.
—¿Qué estás mirando? —preguntaste curiosa.
—Tu casa, es bastante bonita —respondió rápidamente.
Le pasaste el refresco y lo bebió en un segundo.
—Veo que alguien tenía sed... —reíste.
—Es que estoy nervioso —rió también.
Sonreíste.
—No tendrías porque estarlo, estamos en confianza —dijiste—. Además, me he mantenido con la duda... ¿a quién le escribiste la canción?
—Pues...
—Oh vamos, no seas tímido.
—A tí.