viernes, 21 de diciembre de 2012

Our First Kiss - Capitulo 18


"Our first kiss" Harry Styles y tú.




Capitulo 18




—¿Ha... Harry? —preguntaste, atónita, mientras te limpiabas rápidamente las lágrimas.
Sin pensarlo dos veces, Hazza te abrazó. Más bien, te estranguló con sus fuertes brazos.
—¿Qué pasa? —dijo, sin soltarte.
—Estaba... viendo Titanic —murmuraste en su hombro.
Sacó un pañuelo de su bolsillo y te limpió la última lágrima negra por el maquillaje. Miró la lágrima con detención.
—Estas no son por películas —dijo, sin dejar de mirarla—. Has llorado por alguien, mi hermana Gemma siempre lloraba por chicos o esas tonterías.
Miraste tus uñas, haciendote la distraída.
—He llorado por la película y punto —respondiste—. Ahora pasa, hay tacos para comer.
—Oh... por cierto, lo siento por llegar dos horas tarde —se disculpó—. Rebecca a creado problemas nuevamente.
Reíste.
—No me sorprende.
Pasaron a tu casa y se sentaron en la mesa, comieron tacos y tomaron un par de refrescos de uva.
—¿Qué problema tienes con Rebecca ahora? —preguntaste, mientras mordias tu taco.
—No quería que viniera, luego de lo del gimnasio... tu sabes.
—Claro, todos creen que ahí pasó "algo" —dijiste marcando la voz en "algo".
Harry levantó las cejas y las bajó rápidamente 5 veces (ustedes saben, como 1313, el emoticon pícaro jaja), ambos rieron.
Quedaba un último taco, ambos lo miraron con ganas de comérselo. Y lanzaron la mano hacia él al mismo tiempo.
—¡Creo que descubrimos la tercera cosa en común! —reíste—. El amor por la comida nos supera.
Harry sonrió y fuiste por tu cámara.
Pusiste la cámara sobre la mesa. Harry agarró el taco de un lado y tu del otro. Comieron mordida a mordida, hasta que llegaron al medio y un pequeño pedazo separaba sus labios.
Hazza tomó el pedazo entre sus manos y lo dejó en la mesa, con expresión seria. Paraste la grabación y la guardaste.
—Tengo novia, ______(tn) —dijo en un tono solemne—. Creo que todo esto está pasando muy rápido y...
Te sonrojaste.
—Yo... yo no quiero nada contigo, Harry —mentiste.
Él bajó la mirada.
—Qué bien entonces —dijo y se levantó de la mesa—. Creo... que me voy, debo estudiar para biología marina.
—Adiós —te despediste.
Salió por la puerta, y te quedaste sin aliento.
"¿Tan obvia soy?" pensaste. "Nunca se fijaría en alguien como yo..."
{Desde aqui hacia abajo, la historia la narra Harry, prepárense chicas}.
—Tonto, tonto, tonto —me dije a mi mismo—. ¿La dejaste ir así como así? No tienes que estudiar... ¿Le mentiste?
La casa de Rebecca era muy grande, y Harry iría directo ahí para decirle que no había pasado nada en la cena.
En la puerta, aún estaba en el dilema de si entrar o no hacerlo. Hasta que tocó con el puño.
—Hola mi amor —dijo Rebecca, con un vestido rosado muy ajustado. Le besó los labios.
—Hola —dije, entre sus labios.
Rebecca se separó de él para tomar aire.
—Entremos, preparé algo que seguro esa _____(tn) nunca cocinaría —rodó los ojos.
—No seas así, Rebecca, ella solo es mi amiga... —respondí.
"¿Eso es Harry? ¿Una amiga?" pensé. Sacudí mi cabeza para borrar esos pensamientos.
Entraron a la gran casa de Rebecca, ella se sentó en la mesa. Yo la seguí. Había cocinado arroz con una mezcla extraña de vegetales.
—Receta de mi abuela —dijo Rebecca, sonriente.
Le sonreí de vuelta.
Comí un poco, no estaba tan malo... pero los tacos de _____(tn) era lo mejor que podía haber comido.
—¿Quieres ver una película? —preguntó Rebecca.
—Claro vida mía —respondí, con la sonrisa más grande que pude.
Nos sentamos en el sillón y ella puso una película de zombies. Estoy casi seguro de que lo ha hecho casi a propósito para abrazarme toda la película.
Y claro, mis sospechas eran ciertas.
—Tengo miedo —susurró.
La abrazé muy fuerte contra mi pecho, ella subió la cabeza y me besó. No entiendo que diablos me pasa, no siento mariposas en el estómago. Pero aún así, le seguí el beso.
El vestido se desabrochó en el primer botón, no pude evitar mirar.
—Styles, que coqueto —murmuró ella al percatarse, y se mordió los labios.
Odio cuando hacía eso, me hacía creer que lo único que quería de mi era mi físico. O quizás eso sea, quien sabe.
Nos besamos casi toda la película. Pero cuando la agarré de la cintura pasó algo inesperado.
{Si están leyendo esto paradas, por favor siéntense, porque acá viene el clímax de tensión en la novela, CHAN CHAN}.
—Harry, no quiero que pase lo mismo que la semana pasada —dijo ella.
—¿Qué cosa? —pregunté, sin saber de que hablaba.
—Tú, yo, fiesta, baño... —respondió.
—¡¿Qué?! —exclamé.
—No lo niegues ahora —dijo Rebecca—. Justo ahora, que estoy embarazada de ti.


            
                                               

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